UNIVERSIDAD
NACIONAL AUTONOMA
DE HONDURAS DEL VALLE DE SULA
La Muerte
Catedrático:
Lic. Marvin Pérez
Asignatura: Filosofía
General
Sección: 15:00
Edmond Murillo Bonilla 20142000869
Alexander Brayam Jose
Chávez 20152005426
Estephany Melissa Reyes 20142005748
Oscar Rene Martínez 20152000376
Tirza Gabriela Hernández Fajardo
20152005063
Fecha
de Entrega: 17/08/2015
San Pedro
Sula, Cortes, Honduras, C.A.
INTRODUCCIÓN
El
presente texto es una investigación acerca de
la idea filosófica de la muerte hemos tomado como base de investigación
las ideas sobre la muerte de Jean Paul
Sartre con su Existencialismo, como bien se sabe el tema de la muerte es algo
muy abstracto aun en nuestros días, la idea religiosa occidental es que la muerte
es una llave a un mundo mejor, una liberación de nuestro cuerpo imperfecto y
mortal pero es Sartre quien nos aclara que la muerte es si no la que nos quita
nuestras libertades, es impredecible como la vida misma y por lo tanto no se
puede escapar a ella, es así que nosotros hablaremos desde el punto de la idea sartriana
que basa su obra filosófico en declarar que la existencia precede a toda
esencia, el hombre es su propio proyecto de vida, partiendo de esta idea
explicaremos sobre esa idea de muerte.
LA MUERTE DESDE SARTRE
La idea de muerte en nuestra era está muy cercana al
cristianismo se cree que con la muerte
nos seguirá un lugar supra dimensional que es perfecto y donde nos encontraremos al ser supremo que
nos dio la existencia, nos despojaremos de este cuerpo y no revestiremos de uno
nuevo; para otros los hombres morimos y la nada nos invade, no hay
absolutamente nada después de la muerte, el hombre muere del todo.
Al contrario de lo que comúnmente se piensa, la muerte no es
un ser malvado o persona que camina por
el mundo atormentando y quitando la vida
a los seres vivos; sino más bien
filosóficamente la muerte es la carencia de la vida de un ser vivo. Es
pues que más allá del mito de la parca o la calaca con su guadaña, la muerte es
simplemente la falta de vida en un ser. Pero Más allá de una angustia personal
constante ante la muerte, todo hombre o
mujer debe construir su camino para preparase para afrontarla naturalmente y
espiritualmente. El miedo a la muerte nace al temor al olvido es por eso que
nos aferramos a la vida, porque sabemos que el día que se mueran probablemente
nadie nos recuerde, ya porque la muerte es personal e intransferible, nadie
puede morir por nosotros ni acompañarnos.
Desde este punto Jean Paul Sartre filosofo del
existencialismo ateo afirma que “la existencia precede a la esencia” (Sartre, El ser y la nada, 1954) , por lo tanto el
ser es un ser a posteriori no un ser priori, conlleva la imposibilidad de toda
determinación de los valores a priori, ya que nacemos sin esencia no existe
nada antes de la existencia que nos la implante, venimos de una nada y cuando
morimos nos dirigimos hacia una nada, negando toda existencia de un Dios.
Tomando la misma línea Griselda Urquidi
propone que “El hombre, en su búsqueda de trascendencia, está siempre en
posibilidad de ser otra cosa, se impone metas para ser lo que no es, lo que
carece; sólo la trascendencia nos salva de la nada de que estamos condenados.” (Urquidi., 2008,
pág. 114) ;
Según Felip Vidal Auladell Sartre nos
propone que “El hombre debe elegir sin referirse a valores preestablecidos”. (Auladell,
2001, pág. 254) .
Herculano Pires dice que para Sartre”Antes
de existir somos un ser en-si somos una cosa viscosa y cerrada en sí misma y al
existir somos seres para-si para hacer el trayecto de la vida en dirección a la
muerte” (Pires, 2004, pág. 8) .
Sartre piensa que la muerte es toda negación de libertad, ya que es una aniquilación siempre posible de
mis posibles, que está fuera de mis posibilidades. En su libro el ser y la nada Sartre nos dice: “El hombre es una “pasión inútil”, pues parte de la ansía del ser
absoluto e infinito, pero es incompleto y finito; pretende, desea la eternidad
pero está condenado a la fugacidad; quisiera ser Dios y es sólo hombre.” (Sartre,
1954, pág. 377)
Antes de seguir adelante con las ideas sobre la muerte en la
filosofía de Jean Paul Sartre debemos explicar brevemente su idea
existencialista expuesta en El ser y la nada y demás obras.
Como ya hemos expuesto Sartre cree que la existencia precede
a toda esencia y como no hay una pre-esencia ni tampoco una inteligencia divida
que la piense , existen dos niveles de
ser distintitos entre sí , el ser “en-si” y el ser “para-sí”; el humano es un
ser para-si porque su esencia la va
construyendo en su proyecto de vida, por lo tanto al no tener esencia al nacer
el ser posee conciencia y libertad, ahora el ser en-si es la dimensión de cosa u objeto, la esencia
ya preestablecida como por ejemplo un lápiz, desde antes de haber sido creado,
ya había sido pensado su funcionalidad
que nunca podrá cambiar un lápiz solo servirá para escribir y nada más, en
cambio el ser para-si está destinado a la libertada y al ser libre es
responsable de su proyecto de vida esta responsabilidad crea un estado de
angustia al tomar decisiones que percutirán en su vida; adentrando este
concepto a la muerte José Martínez
declara que “En el para-si no hay lugar
para la muerte, puesto que ella representa su absoluta negación, así que
esperarla es un completo contrasentido, porque la muerte no puede ser mi
posibilidad; ni siquiera puede ser una de mis posibilidades” (Hernández,
1995, pág. 157) .
El autor sigue exponiendo sobre la muerte dice “Que
es un límite externo y fatídico de mi subjetividad, un límite permanente
de mis proyectos que hay que asumir como tal, pero no como una posibilidad,
sino como una situación límite de mis proyectos.” (Martínez, 1995, pág. 158) ; Ya que es con la muerte que el hombre
deja de ser un ser con libertad; para esto
Sartre dice: “es absurdo que hayamos nacido y es absurdo que
muramos” (Sartre, 1954,
pág. 335) ; como si desde que existimos somos
arrojados para morir aludiendo a las peores de las desdichas, para que vivir si
al final y a cabo vamos a morir y todo nuestro proyecto será destruido, a esto
se quiere dar a entender Sartre.
La
vida de cada uno de nosotros es única e irrepetible, no se va a dar ni se dio
otra existencia idéntica a la que nosotros estamos viviendo, eso es imposible
que suceda. Y va a llegar un momento en que se va a terminar. Por lo tanto,
cada acto de mi existencia es un acto que compromete a otros. Y si no fuera
finita no tendría ese compromiso, pues tendría todo el tiempo del mundo para
reparar mis actos. Lo más probable es que nos muramos antes de cumplir nuestra
tarea al no tener dicho tiempo y al
correr el riesgo constante de que mi tarea sea una tarea fallida, debo
estar permanentemente optando entre distintas posibilidades que comprometen al
otro y a mí como causante de ese compromiso con el otro.
Felip
Auladell declara que “La muerte de dios y
la muerte del hombre van indisolublemente unidas, puesto que no hay una
naturaleza humana por que no hay un dios para concebirla, solo hay condición
humana: el hombre existe y es un proyecto hacia el futuro” (Auladell,
2001, pág. 257) ,
en lo personal discrepo con lo anterior puesto que para mí si existe un
Dios, que de cierta manera nos da un poco de esencia al concebirnos, nos da
dones, talentos un lugar y tiempo para nacer no nacemos por aceres del destino,
tenemos esa poca esencia al nacer y luego somos nosotros que nos definimos con
nuestro proyecto de vida como dice Sartre.
Sartre plantea que uno puede esperar una muerte particular
pero no "la" muerte. La muerte como tal nunca la podemos enfrentar
porque nunca la conocemos, sólo conocemos formas de muerte, Nuestra vida no es
sino una larga espera, una espera hacia la muerte que es una de las cosas más
seguras que poseemos
La idea de un dios para Sartre no existe más bien él dice
que si hubiera Dios, entonces no podríamos ser libres. Pero como no existe,
el hombre está condenado a ser libre y elegir su propia conducta que lo lleve a
finalizar su proyecto de vida y lo único que nos roba y destruye todo eso es la
muerte es por eso que es odiada y temida por el hombre desde que nace y no hay
otra opción más que ceder al morir. Hay que recalcar algo que la muerte está siempre al acecho no es el
hombre quien decide su muerte, unas personas
mueren en vejez y otros en edad prematura; no hay ninguna razón
determinada es todo un juego de azar y la muerte no limita la libertad si no
que como la libertad jamás encuentra un límite la muerte se la da.
Continuando con el
mismo contexto Griselda Urquidi propone
que “El hombre es el punto de partida, se
parte del fenómeno que se manifiesta a todos por igual, puesto que de él
tenemos cierta comprensión, siendo el Ser una manifestación, es el fenómeno el
que lo comprende.” (Urquidi,
2008, pág. 113) ,
para Bernard Schumacher plantea que para
Sartre existen dos concepciones de la muerte, "La muerte se puede comprender, primero, como un término “que se
adhiere a la nada del ser que limita el proceso considerado” (Schumacher, 2004, pág. 65) Llamo a esta
primera concepción realista y a la
segunda concepción se refiere a “la
muerte como la anti-utopía, el anti-proyecto y el enemigo por excelencia que
despoja a la vida del para sí de toda significación, y pone al descubierto el
absurdo de toda espera” (Schumacher,
2004, pág. 66) ;
a esta Schumacher la llamo idealista.
La primer concepción de muerte Sartre la rechaza por el
motivo de que la muerte revela únicamente lo humano, desde el ángulo de lo
humano: lo no humano se nos escapa plenamente y simpatizo con la segunda que es
donde la muerte forma el término último de una serie de fenómenos para esto
Schumacher declara “Ya no hay otro lado
de la vida, y la muerte es un fenómeno humano, es el fenómeno último de la
vida, vida todavía” (Schumacher, 2004, pág. 66) . Como si se
tratase de la última melodía de la novena sinfonía de Beethoven.
Al contrario de Jean Paul Sartre, Heidegger piensa que la
muerte no es nunca
un hecho puramente fuera que ataca a una
existencia ya realizada y establecida, en sus palabras
“La inevitabilidad de la muerte se inscribe
desde el principio en la estructura ontológica
de la existencia. Todos los niños que nacen están ya en camino hacia la muerte. La existencia humana puede
definirse esencialmente como Sein-zum- Tode,
ser para-la-muerte, estar abocado a la muerte.”. (Heidegger,
1951, pág. 256)
La
muerte para Heidegger nace de la angustia es el horror de
la nada y que no es realmente más que
una angustia de la muerte que desemboca
en la nada; el propone que la muerte es la expresión más concreta y más radical
de la finitud humana, para ello Enrique Perales
propone : “al anticipar mi muerte, me la apropio, la incorporo a mi
vida, la convierto en la suprema posibilidad suprema posibilidad de mi
existencia, la interiorizo, y así llega a ser un acto de mi existencia, la
interiorizo, y así llega a ser un acto humano, un acto libre” (Pereales, 2008,
pág. 79) ,
algo que los dos filósofos están de acuerdo es que La muerte es un hecho real
que acaba totalmente conmigo y con mis posibilidades.
Al contrario de Jean Paul Sartre, Heidegger; Gabriel Marcel
piensa que “la muerte no la puedo
sobrepasar con el pensamiento e imaginarla como cumplida sino a condición de
ponerme en el lugar de otro que me sobreviva, para el que lo que yo llamo mi
muerte será su muerte” (Marcel, 1999, pág. 202) , Julia Urabayen
(2008) habla sobre ello declara que
Gabriel Marcel rectifica que no
le preocupaba su propia muerte, sino la muerte del ser amado, que es totalmente
contrario en Sartre.
Urabayen continúa
explicando que para Marcel “La propia
muerte puede ser esperada como un alivio, como una interrupción de la conciencia,
como un simple dejar de ser.” (Urabayen, 2008, pág. 708) . Ya que para Marcel la muerte propia no es tan terrible, el
hombre que vive su vida como algo acumulativo es decir vive por existir en el
subyacen las ideas de muerte en desesperación, angustia, rabia, indignación y
resignación, pero para aquel hombre que es capaz de eliminar esta idea acumulativa de
tiempo en su vida y comprende su vida como una acumulación de vivencias la
muerte ya no es más una limitación de sus posibilidades como Sartre expone , si
no que la muerte no es vista como un el
rotundo final ni como una verdad
destructora, al entender esto el hombre puede considerar y aceptar su muerte, atendiendo más a un
existencialismo religioso.
Para concluir queremos hablar sobre esta idea que tenemos
casi todas las personas; la idea de que existe un infierno donde iremos los
pecadores pero para Sartre dicho infierno son los demás en su obra “Huis Close”
(puertas cerradas) nos habla que el infierno son las miradas de los demás que
nos juzgan y nos quitan la libertad es un infierno aquí mismo en el mundo
físico, las críticas de los demás nos quitan nuestras libertades, Cada hombre
es lo que hace con lo que hicieron de él desde que nacemos hablamos los que nos
dicen y se vive una vida donde la sociedad elije por nosotros, solo cuando
decidimos por nosotros mismos es cuando tenemos esa libertad que debió ser
nuestra al nacer.
CONCLUSIÓN
Al investigar
sobre Sartre y sobre varios autores concluimos que Sartre como un filósofo
existencialista cree que la muerte es el final de todas mis libertades, que
nace con nosotros, la muerte es lo más posible para un ser humano, cuando
nacemos somos seres que venimos de una nada exponencial y entramos al mundo en
un ser para-si un ser que está destinado a ser libre y que es responsable por
su libertad y su vida, dicha responsabilidad es una angustia a las
repercusiones de nuestras decisiones, venimos de una nada y vamos hacia una
nada, y hacia un ser en-si un objeto viscoso e indeleble, negando toda
existencia de un dios que nos dé una esencia, Sartre proclama que la existencia
precede a la esencia, primero existo y luego pienso, negando la idea antigua de
que primero pienso y luego existo, la “ a posteriori están antes de la a
priori”; la idea de infierno para Sartre es un infierno terrestre viviente, el
infierno son las perpetuas miradas de los demás, son las críticas que los demás
hacen hacia nuestro ser, convirtiéndonos en un ser-para-si a un ser-en-si para
el otro que me etiqueta y me define según su noción para mí.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍA
Auladell, F.
V. (2001). LA APERTURA AL OTRO EN LA ÉTICA DE SARTRE. Revista Telemática
de Filosofía del Derecho , 254.
Heidegger, M.
(1951). El ser y el tiempo. En M. Heidegger, El ser y el tiempo (J. E.
Rivera, Trad., pág. 256). SCM Press.
Hernández, J.
M. (1995). En La experiencia trágica de la muerte.
Marcel, G.
(1999). Essai de philosophie concret. En G. Marcel. Paris,.
Martínez, J.
(1995). La expreciencia Trágica de la muerte. En J. Martínez.
Pereales, E.
B. (2008). sentido ético a la muerte. Revista de Hispanismo Filosófico
, 79.
Pires, H.
(2004). EDUCACIÓN. Caracas: espiritismo.
Sartre.
(1954). El ser y la nada. En Sartre. Buenos Aires: IberoAmerica.
Urquidi, G.
(2008). scribd. Psikeba , 113.
Urquidi., G.
(2008). En torno al ser para la muerte en Heidegger, Lévinas y Sartre”. Psikeba
, 114.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario